El pastor Richard Rojas describe que caminar hacia la Iglesia Presbiteriana de Puerto Nuevo después del huracán María y sentarse a llorar. La tormenta de categoría 4 golpeó fuertemente a su iglesia en Puerto Rico. Los techos fueron arrancados de los edificios adyacentes, una valla de metal se retorció en la calle frente a la iglesia y hubo daños a causa del agua en el santuario.
Rojas, como la mayoría de los/as pastores/as en toda la isla, se quedaron para recoger los escombros. Sin electricidad, poca comida, agua y otros elementos esenciales, él y otras personas aprendieron rápidamente que trabajar juntos era mejor que trabajar solo. Durante los siguientes meses, pastores/as y el liderazgo de la iglesia dentro del Presbiterio de San Juan comenzaron un programa llamado «Levántate y Resplandece» una oportunidad para que los residentes afectados por María se reúnan para un momento de descanso, recreación y apoyo.
Una delegación de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) pasó la mayor parte de la semana pasada visitando iglesias y comunidades en toda la isla. La delegación estuvo compuesta por las co-moderadoras de la 223ª Asamblea General (2018), la Anciana Vilmarie Cintrón-Olivieri y la Reverenda Cindy Kohlmann; así como también representantes del Programa Presbiteriano de Asistencia en Desastres, la Reverenda Dra. Laurie
El Presbiterio de San Juan organizó uno de sus eventos mensuales Levántate y Resplandece en la Iglesia Presbiteriana de Bayamón. Foto por Rick Jones.
Durante el fin de semana, el grupo pasó la mañana en uno de los eventos mensuales de Levántate y Resplandece, una feria de salud, en la Iglesia Presbiteriana de Bayamón. La feria incluyó sorteos de kits de salud, exámenes de mamografías y un análisis de sangre. Otras actividades incluyeron una sesión de lectura para niños y un espectáculo de marionetas, así como un seminario para adultos sobre la prevención del suicidio.
«Tenemos reuniones mensuales en diferentes iglesias en los tres presbiterios y las promocionamos en la radio y a través de las redes sociales. También confiamos en nuestras congregaciones para compartir las noticias», dijo el Reverendo Adolfo Santana Cordero, coordinador del evento. «Más de 1,300 miembros de la comunidad se han visto afectados, más de 2,000 comidas han sido compartidas, y aproximadamente $ 8,000 en bonos de comestibles han llegado a 300 familias».
Ocho de las quince comunidades dentro del presbiterio se han visto afectadas por las reuniones mensuales de la comunidad. Los eventos están programados hasta fin del año. El Reverendo Luis Ocasio, quien es el moderador del Presbiterio de San Juan, dice que cada mes tiene un tema diferente.
«Los/as pastores/as de quince iglesias llegaron al igual que las mujeres presbiterianas y los ancianos cuando nos conocimos. Cada pastor/a dio un informe personal de su iglesia», dijo. «Todos lloramos, pero a partir de allí, sentimos que había algo que debía hacerse. Ha sido hermoso ver el resultado».
González Castillo dice que las reuniones de la comunidad han permitido que participen pequeñas iglesias y aquellas con daños severos.
La Rvda. Dra. Laurie Kraus, directora de PDA y la Rvda. Cindy Kohlmann, co-Moderadora de la 223a Asamblea General (2018) de la IP(EE.UU.) se reúnen con voluntarios Iglesia Presbiteriana de Bayamón. Foto por Rick Jones.
«Muchas de estas iglesias no pudieron hacerlo solas. Hubo muchas cosas sucediendo en el fondo ya que los eventos estaban siendo planeados», dijo. «Esto ayudó a las iglesias que no tenían los recursos para involucrarse».
El sábado, miembros de la delegación visitaron la feria de salud en Bayamón y donaron sangre en la campaña de donación. Los médicos dicen que todavía hay una escasez crítica de donaciones para la isla.
«Es sorprendente lo que estos/as pastores/as han podido hacer. Planearon una serie sencilla y directa de eventos que no eran costosos, pero tuvieron un gran impacto», dijo Kraus, quien fue una de los donantes. «Este es un modelo que queremos compartir con otros presbiterios».
Ocasio dijo que «Levántate y Resplandece» también ha sido una bendición para los/as pastores/as y el liderazgo laico que han estado involucrados.
«Cuando sucede algo maravilloso, te sientes mejor. No lo estábamos haciendo para beneficio personal, pero el agradecimiento más puro proviene de personas que lo perdieron todo», dijo. «Estos eventos proporcionaron un toque personal. Podíamos verlo en los ojos de la gente y eso nos hace humildes y agradecidos por estar en ese momento en ese momento».
Raúl Santiago Rivera, vice moderador del Presbiterio de San Juan y presidente de la Comisión de Recuperación, dice que la gente a menudo se sorprende cuando dice que el huracán María fue una de las mayores bendiciones del 2017.
Se incluyeron en las actividades Levántate y Resplandece entretenimiento para niños, como grupos de lectura y un espectáculo de marionetas. Foto por Rick Jones.
«María nos trajo a un punto donde tenemos que unirnos. Hizo que nuestro presbiterio se uniera como uno solo», dijo. «Pudimos ayudarnos mutuamente. La comunidad se dio cuenta de que la iglesia no es solo una actividad dominical y estamos comprometidos a ayudarnos mutuamente. Esta actividad ha sido un testimonio de nuestra fe».
Las co-moderadoras se dirigieron al presbiterio, diciendo que estaban abrumadas y sorprendidas de lo que las iglesias han hecho para reintegrarse después de María.
«No puedo imaginarme cómo, bajo las circunstancias por las que estaban pasando, surgió la iniciativa Levántate y Resplandece», dijo Cintrón-Olivieri. «Esta fue una manera brillante para que las iglesias se unieran. Hicieron un trabajo increíble y estoy orgullosa de decir que este es el presbiterio que me vio crecer y me cuido».
Kohlmann hizo eco de esos pensamientos, refiriéndose al difícil invierno en el noreste que dejó a sus presbiterios con varios pies de nieve, caminos intransitables y daños a las iglesias.
«Tuvimos 110 pulgadas de nieve en el transcurso de cuatro semanas, el clima nunca se detuvo y nunca se calentó lo suficiente como para que la nieve se derrita. En la tercera semana, nuestras iglesias no pudieron reunirse y los estacionamientos estaban medio llenos de montones de nieve. La gente no podía ir a trabajar, el transporte público se cerró y las calles no eran seguras. Estábamos en un desastre lento», dijo. «Trabajé con iglesias en sus comunidades, pero nunca se me ocurrió que el presbiterio, como organización y cuerpo de Cristo, podría alcanzar a nuestras comunidades de esa manera».
El liderazgo del presbiterio espera alcanzar a las quince comunidades a través de Levántate y Resplandece antes de fin de año. En ese momento, los/as pastores/as planean reevaluar y determinar los próximos pasos en el camino hacia la recuperación de la isla.
Para apoyar los esfuerzos de recuperación en Puerto Rico, haga clic aquí. Se le enviara al sitio web de la IP (EE. UU.) para donar de forma segura y rápida.
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